domingo, 4 de octubre de 2009

Cambiar estas alas por unas ruedas

¿Quieres escapar por la Carretera del Trueno?



Si existe una canción que abra un disco y que resuma toda la esencia de lo que se puede escuchar en el álbum esa es «Thunder Road», una declaración de principios con la que el joven Bruce Springsteen abría en 1975 su esplendido disco Born to Run: la necesidad de escapar, de salir corriendo, de huir en busca de algo mejor, de alcanzar ese sueño que siempre se ha anhelado. Esa era la esencia del tercer álbum del Chico de Nueva Jersey y esa era también la esencia de la esencia de la primera canción del álbum.

Aunque «Thunder Road» no siempre se llamó así; su origen está en un tema anterior bastante parecido titulado «Wings For Wheels» pero con un sonido más desordenado y donde la chica en lugar de llamarse Mary, su nombre era Angelina o Chrissie, según la versión.



Claro, que el final de esta canción es diferente al de «Thunder Road»; pero eso se arregló incluyendo parte de otra canción descartada del Boss, «Lovers in the Cold» también conocida como «Walking in the Street».



Con este tema y este álbum, Bruce se planteaba de una forma inocente cuales son los problemas de su edad: el amor, los sueños, las esperanzas, el futuro. Además, lo que diferenciaba este disco de los anteriores era el toque épico y cinematográfico que Springsteen le añadió, un toque relacionado con las películas que él veía de pequeño…, y también con las que no veía porque el título se lo tomó prestado de una película de Robert Mitchum después de ver un cartel y pensar que le gustaba cómo sonaba. Aunque la película no la vio, sólo el cartel.

Pero no le hacía falta más que un cartel de cine para adornar una canción que ya de por sí es muy cinematográfica. Las pinceladas del principio bien podían pertenecer a escenas de una película de John Ford. El Chico de Nueva Jersey se dirige montado en su coche hasta el porche de la casa de su amiga Mary para que le acompañe en su huída en una última oportunidad. El coche es un elemento clave dentro de muchas de sus canciones. Aquí comienza la sucesión de imágenes y primeros planos: la puerta (¿la de Centauros del desierto?), el vestido, la radio... ¿Cómo unas líneas tan sencillas pueden crear tantas sensaciones? Se puede imaginar todo; el porche, el vestido floreado de la chica y hasta se puede escuchar la canción que la chica oye en la radio; que no es ni más ni menos que «Only the Lonely» de Roy Orbison, un homenaje a uno de sus maestros a quien pretendía imitar.



La huída no es el único tema central en la canción. La soledad también se palpa en el ambiente. Tanto Bruce como Mary son dos seres solitarios, dos perdedores atrapados en una ciudad sin futuro. El modelo del personaje de Bruce es el antihéroe, fracasado nato que quiere hacer que su vida de un giro y alcanzar la libertad. Para evitar comenzar el viaje solo le pide a Mary, que “aunque no es una belleza, no está mal”, que le acompañe en su búsqueda de un lugar mejor y en su búsqueda de libertad. La libertad está perfilada con multitud de símbolos y metáforas: la ventanilla bajada y los cabellos al viento, las alas y las ruedas, el cielo, la tierra prometida... Para alcanzarla, primero es necesario conducir a través de la Carretera del Trueno, a la que describe de forma soberbia como un “asesino al sol”. Conducir por esta carretera es el precio que hay que pagar para lograr sus esperanzas.

La canción también pretende olvidarse del pasado. Bruce pide a Mary que se olvide se sus viejos amantes y todas esas historias. ¿Por qué? Porque Bruce también quiere olvidar su pasado. Su infancia tortuosa en Freehold con un padre opresivo.

No podemos olvidar la referencia a la guitarra que hace en la canción. La guitarra fue su salvación; fue la cuerda que le sacó del pozo donde había empezado a caer. Le dio la seguridad y la confianza que nunca tuvo; tanto, que Springsteen ha llegado a afirmar esto: “El primer día que recuerdo en que me pude mirar al espejo y ser capaz de aguantarme la mirada fue el día que tuve una guitarra en las manos”.

Al igual que en «Born To Run», el Bruce Springsteen pretende romper todas las raíces que le atan a la ciudad. Es una especie de Luke Skywalker al principio de La guerra de las galaxias que mientras se dedica a mirar las puestas de soles en su plantea desea escapar de allí y comenzar una aventura desconocida (aunque no sabemos si Mary acepta acompañarle en su viaje). La última frase del tema habla por sí sola:

Esta es una ciudad llena de perdedores
Y yo me marcho de aquí para triunfar

Sin embargo, Bruce Springsteen comprobó que no todo era tan inocente como él planteaba en sus canciones, descubrió el lado amargo de la vida y lo reflejó en una segunda parte. Y es que «Thunder Road», como canción cinematográfica tiene una secuela. Ésta es «The Promise», un tema en el que Bruce se vuelve a encontrar con la Carretera del Trueno.

Toda mi vida he luchado en esta pelea
Que ningún hombre nunca podrá ganar
Cada día se hace más duro vivir
Este sueño en el que creo
Carretera del Tueno, oh nena, tenías tanta razón
Carretera del Trueno, algo está muriendo
En la autopista esta noche



Una segunda parte muy pesimista si la comparamos con «Thunder Road». Pero después de la grabación del disco Born To Run comprobó que la vida real era más dura que los ideales y las aspiraciones de sus canciones. Springsteen descubre que su manager Mike Appel había registrado todas las canciones a nombre de su propia empresa y se vio enfrentado judicialmente contra él para poder recuperar su libertad como artista. En «The Promise», el Boss se muestra desengañado y se lamenta ante su Carretera del Trueno, ésa que tantas posibilidades le ofrecía.

Y es que no hay que olvidar que la Carretera del Trueno tiene dos direcciones, que no son más que las dos caras de la misma moneda.

Nos veremos en El Lado Oscuro del Rock...

6 comentarios:

Omar-rockbll dijo...

Genial entrada, genial artista, great, tengo que empezar a seguir este blog

David Gallardo dijo...

Bravo. Me encanta Bruce, me flipa Thunder Road, me pone los pelos de punta casi siempre que la escucho. Qué coño casi siempre, siempre joder. Me ha gustado mucho leer esta entrada ahora que el jefe disfruta de un merecido descanso después de tres pasos por España en tres años.

Compañero, ¿quieres que hagamos un intercambio de links con mi web? Ya me contarás. SAludos!

Anónimo dijo...

Una entrada muy currada, te mereces que te agradezcamos el esfuerzo de esta y el resto de entradas.

"The Boss" siempre me ha parecido un modelo digno. xD

Mister Pink dijo...

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Hace muchos años escuché a Bruce por primera vez y desde entonces no soy el mismo. Además, he tenido la suerte disfrutar de tres de sus paso: uno en Madrid en 2007, otro en Barcelona en 2008 y el último en Bilbao en 2009; y aunque "El Boss" tenga merecido el descanso ya tengo ganas de que vuelva a la carretera.

Por cierto, Galko, he añadido la dirección de tu web en la sección "Colegas".

¡Un saludo para todos desde El Lado Oscuro del Rock!

binladiya dijo...

Buenas, me enteré de tu blog por Rock and gol, el youngie lo comentó. Me parece super interesante a pesar de que yo tengo gustos algo más modernos y más metaleros, pero siempre me gusta conocer cultura musical sobre los grandes grupos como los Beatles, Stones, Hendrix...
Yo tengo un blog que no tiene nada que ver con el tuyo (bueno alguna entrada con fotos de conciertos a los que acudo y algún videoclip y tal si hay) me lo he agregado a blogs amigos para facilitarme la búsqueda de tu blog, además, así, igual ganas algún otro lector.

Jah Work dijo...

Me encanta leer historias sobre Bruce!! A mí también me ha cambiado la vida!! Este verano pasado me fui de Barcelona hasta Santiago para verle! Que grande es!!

No conocía esas dos canciones de las que salió Thunder Road! y tampoco conocía The Promise, vaya tema no?? me ha gustado!! Cuanta melancolía desprende!

Este disco es una joya!!

Saludos!!! y merci por este post!