lunes, 12 de mayo de 2008

A nadie le amarga un dulce

¿Qué golosina escondía Marianne Faithfull entre las piernas?


Quizá la pregunta adecuada sea “¿Escondía Marianne Faithfull una golosina entre las piernas?”. Golosina en el sentido más literal de la palabra; ahorraos el chiste fácil.

Durante la noche del 12 de febrero de 1967, ha llovido desde entonces, Keith Richards celebraba una fiesta en su casa de campo en Redlands junto a Mick Jagger, Marianne Faithfull, George Harrison, Pattie Boyd y otras seis personas más. Harrison y Boyd abandonaron la fiesta y por los pelos no se vieron relacionados con la redada que la policía realizó unos minutos después. El inspector jefe Gordon Dinley era la persona que menos esperaba recibir Richards en su casa, pero el inspector no vino solo y llevo consigo a sus agentes para realizar un registro en busca de drogas.

El topo que dio el chivatazo fue uno de los invitados a la fiesta, ya que desapareció del país y no se supo más de él. Este chivato fue introducido por el tabloide News Of The World. No era la primera vez que los Rolling Stones habían tenido problemas con esta publicación; Mick Jagger ya había acusado al tabloide por difamación; así que esta redada era una pequeña venganza contra Sus Satánicas Majestades.

Pero si el registro no fue suficiente, surgió un rumor paralelo. Cuando la policía entró en la casa del guitarrista se encontraron a Mick Jagger con la cabeza entre las piernas de Marianne Faihfull comiendo una chocolatina Mars (y no de otra marca) que le había introducido en la vagina. La cantante recuerda este hecho en su autobiografía: «Lo de la chocolatina fue una buena historia para demonizarnos. Perfecta. Era tan exagerado, con un retorcimiento tan malicioso de los hechos… ¡Mick Jagger comiendo una chocolatina de mi vagina! Era demasiado barato como para que a cualquiera de nosotros se le hubiera pasado por la cabeza. Es la fantasía de un viejo verde, la idea de un policía sobre lo que hace la gente drogada».

La idea de la orgía repleta de drogas donde un grupo de hombres se lo montan con una chica y la historia acaba con un cunnilungus, con barrita de chocolate incluida, está lejos de lo que en realidad sucedió en la casa de Keith. Richards, Jagger y los invitados estaban sentados en el suelo, unos escuchaban a los Who y a Bob Dylan; otros veían la televisión. En ese momento, Marianne Faithfull salía de la ducha; sólo estaba cubierta por cubierta por una alfombra persa y por lo que se intuía su desnudez. Pero de eso a la historia de la barrita de chocolate hay un trecho.

¿Dónde encaja el dulce en toda esta historia? La policía encontró en la casa una gran cantidad de chocolatinas y golosinas, de ahí que se siguiera una relación tan ilógica. Una cosa es salir desnuda de la ducha en una casa que tiene chucherías; y otra bien distinta es que esas chucherías se conviertan en un juguete sexual por estar desnuda.

Pero las chocolatinas no fueron lo único que los agentes encontraron en el registro. La policía también halló cuatro cápsulas de anfetaminas, una papelina de heroína y restos de hachís en una pipa y los dos Stones fueron condenados por posesión y consumo de drogas. Mick Jagger fue condenado a tres meses de cárcel y Keith Richards, a un año de prisión. Sin embargo, a los pocos días fueron puestos en libertad con una fianza de 5.000 libras ya que las cantidades de droga eran insignificantes y además no tenía antecedentes penales. No sería su primer contacto con los barrotes.

Como muestra de agradecimiento por el apoyo de sus fans durante la estancia en prisión, los Rolling Stones editaron un single con «We Love You» y «Dandelion» donde contaron con la participación de los Beatles.


Dos Stones acabaron con sus huesos en la cárcel. Aunque la palma se la llevó Marianne Faithfull, la angelical chiquilla que abandonó sus estudios en un convento, que conoció al manager de los Rolling, Andrew Oldham, que debutó en el mundo de la música en 1964 con una de las primeras letras firmadas por Jagger y Richards, «As Tears Go By». La cantante escuchó el rumor de la barrita de chocolate por primera vez en una visita que realizó a Mick a la cárcel. Nunca ha dado crédito a esta leyenda urbana: «Lo de la chocolatina era un detalle que, de tan puro disparate, he hecho que la historia se creyera siempre». Cualquier rumor es bueno para poner a la gente en un apuro.

¿Habrá comido Marianne Faithfull alguna chocolatina de esa marca desde entonces?

Nos veremos en el Lado Oscuro del Rock…

martes, 6 de mayo de 2008

Polvo en el aire acondicionado

¿Dónde descansan las cenizas de Sid Vicious?

Primero, una bonita historia de amor.

La historia de amor entre Sid Vicious y Nancy Spungen merece un capítulo aparte en la historia del rock en general y del punk en particular. Y eso que ni siquiera duró un año; la relación sólo fueron once meses, ¡pero qué once meses!

Se conocieron en noviembre de 1977. Por entonces, Sid era ya era el polémico bajista de los no menos polémicos Sex Pistols (había sustituido en la banda a Glen Matlock, que echaron del grupo porque le gustaban demasiado los Beatles). En su historial se recuerdan “divertidas” anécdotas; como el día en que Vicious golpeó en la cabeza con el bajo a un espectador de la primera fila que había sacado una navaja. Eso entre otras más desagradables lindezas.

Ella provenía de una buena familia de Estados Unidos. Nancy era una groupie (persona que dedica su vida a perseguir a estrellas del rock para formar parte de su círculo, la mayoría de las veces con intereses sexuales), también ejerció la prostitución y entre sus aficiones estaba la droga (aunque Sid ya estaba familiarizado con los estupefacientes, ella pudo inducirle al consumo de heroína). Sid y Nancy estaban hechos el uno para el otro. El bajista se enganchó tanto de su compañera como de la heroína.

Si los Beatles tuvieron a Yoko Ono como una de las posibles razones de su disolución, Nancy Spungen fue la Yoko Ono particular de los Sex Pistols. Pero la banda no fue lo único que perdió Sid Vicious, la propia Nancy también desapareció rápidamente de la vida del bajista.

El 12 de octubre de 1978, el cadáver de Nancy amaneció en el baño de la habitación número 100 del hotel neoyorkino Chelsea. Spungen apareció apuñalada es está habitación, habitación que con el tiempo tuvo que ser demolida ya que se convirtió en un santuario de mitómanos. ¿Quién fue el principal sospechoso del crimen? Por supuesto, Sid Vicious, que se encontraba en el baño aturdido y semiinconsciente. El bajista alegó que ya estaba muerta cuando volvió al hotel para buscar un frasco de metadona para desengancharse de su adicción. Pero ese argumento no sirvió y Vicious fue encarcelado hasta que la compañía Virgin pagó la fianza. El misterio sobre la muerte de Nancy no quedó del todo resuelto.


El músico volvió a la calle, pero quería reencontrarse con su amor y diez días después de su puesta en libertad trató de suicidarse cortándose las venas; inmediatamente fue internado en un hospital psiquiátrico. El 2 de febrero, finalmente se salió con la suya; el incombustible Sid falleció a los 21 años como consecuencia de una sobredosis de heroína que su madre, Beverley, una hippie cuarentona, le había comprado. Junto al cadáver de Sid, se encontraba un poema dedicado a su querida Nancy. ¿Fue un suicidio? ¿Fue un accidente? El lema del punk, “No future”, se había cumplido. Vicious siguió la norma para convertirse en un mito como otros lo hicieron antes que él: “Vive rápido y muere joven”. De esta manera, Sid dejó otro bonito cadáver en el cementerio del rock.

La historia podría acabar aquí; pero no es así. El cadáver del controvertido Vicious no descansa exactamente en un cementerio. Su madre llamó por teléfono a la madre de Nancy para enterrar al bajista junto a su eterna compañera; sin embargo, ésta se negó. Entonces Beverley tomó su propia decisión, se dirigió hacia el cementerio de Philadelphia donde estaba enterrada Spungen, saltó la verja y dejó caer las cenizas sobre la tumba de Nancy para que así la pareja permaneciera junta durante toda la eternidad. Un acto muy romántico, ¿eh?


Una historia tan trágica como ésta no podría terminar con un final tan apasionado. Para el manager de los Sex Pistols, Malcom McLaren, el desenlace resulta completamente diferente: la madre (esta mujer era para darle de comer aparte) estaba tan borracha que dejó caer la urna donde estaban depositadas las cenizas de su hijo nada más y nada menos que en el aeropuerto; concretamente en la Terminal 1 del aeropuerto de Heathrow de Londres. De aquí surge la leyenda de que el fantasma de Sid Vicious se encuentra vagando por los conductos del aire acondicionado de este aeropuerto.

Así que si alguna vez tenéis que coger un avión en la Terminal 1 de Heathrow, guardad el polvo en un frasco y después viajad hasta la tumba de Spungen para que por fin los amantes se puedan reencontrar a su manera.



Hay amores que matan y hay amores que se los lleva el viento. Éste es de los dos.

Nos veremos en el Lado Oscuro del Rock…

sábado, 3 de mayo de 2008

Satán está comprando una escalera

¿Hacia dónde conduce la escalera de Led Zeppelin?, ¿qué significan los símbolos de su cuarto disco?, ¿quién es el Ermitaño?


Se podrían hacer infinitas cuestiones sobre el misterioso álbum número cuatro de Led Zeppelin. El primer interrogante es sencillo: ¿cómo se llama el disco? De ninguna manera, es un elepé sin título; comúnmente se le conoce por varias denominaciones como Led Zeppelin IV (ya que los anteriores se titulaban I, II y III), Los cuatro símbolos, Las runas o Zoso (las explicaciones de esto a su debido tiempo). La decisión era arriesgada pero, según Jimmy Page, era una forma de vengarse por los comentarios de Led Zeppelin III: «Acabamos hartos de las reacciones sobre el tercer álbum, de la gente diciendo que sólo éramos un montaje… Así que dijimos “¡Saquemos un álbum sin título!” De esa forma, a la gente o le gustaría o nada». En la cubierta del álbum no solo falta el título, también se omite el nombre de la banda, debido al convencimiento de Page de que los discos se deberían vender por sólo por la música que llevan dentro.


Y con esta portada sin título comienza otro misterio oculto del rock. En el adverso se observa una pared agrietada donde cuelga el retrato de un anciano. Este personaje está apoyado en un bastón y sostiene en su espalda un haz de leña. ¿Quién es este tipo? Para el guitarrista está claro: «El anciano llevando la madera está en armonía con la naturaleza. Toma de la naturaleza y devuelve a la tierra, es un círculo natural. Está bien. Su vieja casa es demolida y le llevan a vivir a un suburbio, un sitio horrible.» Esto se puede comprobar al desplegar la carpeta del disco, donde se ve que al fondo de la casa derruida se encuentra la ciudad. Un contraste entre lo viejo y lo nuevo.

Pero esto sigue sin responder quién es el anciano. Según la versión oficial del grupo, Robert Plant había comprado ese retrato en un mercadillo de Londres. Varios aficionados piensan que es Aleister Crowley (quien, por cierto, sale en el Sgt. Pepper's de los Beatles), filósofo, poeta y satanista, padre del ocultismo moderno y uno de los autores de cabecera de Page. En su casa maldita, cerca del lago Ness, los Led Zeppelin se corrieron alguna que otra juerga. Aunque la leyenda dice el viejo se parece a George Pickingill, un brujo oscuro del S. XIX y la Inglaterra victoriana y del que Aleister Crowley era seguidor. Además, en el fondo de la fotografía se puede ver un halo azulado que proviene del bosque; en el folclore celta, este halo azul está relacionado con las actividades druídicas.

A este curioso personaje de la leña también se le conoce como una elaboración del Ermitaño de la baraja del Tarot. De hecho, en el interior de la cubierta hay una ilustración basada en esta carta. Si todavía no ha quedado clara la posible relación entre Led Zeppelin y el diablo basta colocar la ilustración del Ermitaño junto a un espejo y observar como entre las rocas parecen estar dibujados dos seres: uno sería el Diablo, el que tiene dientes (¿o es una serpiente?), y otro sería un animal cornudo, posiblemente un carnero, una de las imágenes del Demonio. ¿Están ahí por casualidad? ¿O el ilustrador, Barrington Colby, dejó estas imágenes ocultas a propósito?

Si queréis interpretaciones, basta con que miréis los símbolos con los que firmaron los miembros del grupo. La idea de asignar un signo a cada uno sólo pudo ser idea de Page. Los fans desconcertados no sabían cuál correspondía a cada músico hasta que aparecieron de gira con sus correspondientes símbolos en las camisetas.


Los signos de John Bonham y de John Paul Jones están extraídos del libro de runas de Page, The Book of the Signs de Rudoph Koch. El del batería, Bonham, (los tres círculos unidos entre sí) es la trilogía fundamental: hombre-mujer-niño; es decir, padre-madre-hijo, la Trinidad Precristiana, y la cristiana, padre-hijo-espíritu santo. Aunque el símbolo le gustó a Bonzo por parecer el logo de la cerveza Ballantine del revés (el batería murió ahogado en su propio vómito tras un día de borrachera, aunque la bebida era un destornillador, vodka con naranja).

Por otra parte, el símbolo del bajista, John Paul Jones, (tres elipses unidas por un círculo) representa a una persona diestra, competente y segura de sí misma, ya que es un signo difícil de dibujar. Son características que que se pueden apreciar en el músico. Este símbolo también sirve para exorcizar los espíritus malignos. La leyenda dice que Page, Plant y Bonham firmaron un pacto con el Diablo y que al bajista le salvó este símbolo.

El de Robert Plant (una pluma encerrada en un círculo) es un diseño basado en un signo de la civilización Mu, algo así como la Atlántida, una legendaria civilización que se supone que existió hace 15.000 años en un continente perdido en el océano Pacífico. También se supone que es un símbolo de valentía. Una última suposición dice que la pluma es de la diosa egipcia Maat, protectora de la verdad, la justicia y la armonía.

Como no podía ser de otra manera, el símbolo de Jimmy Page (Zoso) es el diseño más enigmático. Plant asegura que Page le contó su significado una vez, pero que desde entonces se le ha olvidado. Diversas teorías apuntan a que partes de este signo están relacionadas con Zeus, Júpiter, Thor, Saturno, Escorpio, Cáncer y Capricornio. Aquí también Aleister Crowley tiene su protagonismo, el dibujo podría ser el “dragón rojo” un diseño de este hombre misterioso con función de ser un catalizador de energía sexual. Este Crowley y su satanismo está en todas partes.

Y para rematar las relaciones entre Led Zeppelin y el diablo basta con escuchar la más conocida canción del cuarto álbum, «Stairway to Heaven». Si ya de por sí la letra es extraña, basta con escucharla al revés para entender su auténtico significado. ¡Es un himno satánico! Esta es la conclusión a la que llegó un predicador baptista en 1982 cuando encontró estos mensajes subliminales. Ya lo dice la propia letra de la canción al derechas, “porque a veces las palabras tienen doble significado”; así que al escucharla al revés comienza la canción diciendo: “Pla-a-a-a-a-ay backward” (Escúchala hacia atrás). Y a partir de ahí comienza una recopilación de alabanzas a Satán. ¿Qué no os lo creéis? Aquí tenéis la prueba:



¿La canción dice eso en realidad? ¿O es lo que queremos oír? La explicación de esta letra y de las imágenes del diablo en las rocas del dibujo se debe a la “Pareidolia”, un fenómeno psicológico en el que percibimos erróneamente un estímulo aleatorio de forma reconocible. Lo mismo que sucede al ver animales en las formas de las nubes, la cara de Cristo en un jamón o la de Mickey Mouse en una mortadela.

Siempre quedará la duda, ¿la escalera hacia el cielo sube o baja?

Nos veremos en el Lado Oscuro del Rock...

jueves, 1 de mayo de 2008

Larga vida al Rey

Una de las eternas cuestiones del rock, ¿está vivo Elvis?



No es porque lo diga Andrés Calamaro, 50 millones de fans no pueden estar equivocados. El Rey del Rock’n’Roll no murió a los 42 el 16 de agosto de 1977; todo eso es lo que los medios de comunicación contaron. La verdad es muy distinta y las pruebas de la falsa muerte de Elvis Presley son evidentes.

Basta con mirar su tumba en Graceland donde figura el nombre de “Elvis Aaron Presley”; pues bien, según su partida de nacimiento y otros documentos, el segundo nombre del Rey no es “Aaron” sino “Aron”, el nombre de Elvis está mal escrito en su propia lápida, ¿por qué es así? Porque el verdadero Elvis no está allí. Además, el cantante quería ser enterrado junto a su madre y su tumba está entre su padre y su abuela, ¿por qué no se respetó este deseo?

Presley pesaba 250 libras (113 kilos) cuando falleció, sin embargo, en su certificado de defunción su peso era de 170 libras (77 kilos). Este certificado desapareció y sólo se conserva una copia del original. Además, hasta la fecha nadie ha cobrado su seguro de vida. En Estados Unidos no es ilegal fingir tu muerte, sin embargo, lo que no puedes hacer es fingirla para cobrar el seguro. ¿Acaso no quería cometer un delito?

Las personas que quisieron despedir al Rey en su funeral dijeron que el ataúd estaba demasiado frío. De ahí, dedujeron que lo que se encontraba dentro era un muñeco de cera que debía mantenerse con aire acondicionado. Incluso se comentó que las manos estaban tan lisas que parecían artificiales, que las cejas estaban arqueadas de manera antinatural y que se le desprendió una patilla. La presidenta de uno de sus clubes de fans se dio cuenta del cambio y exclamó: «Este no es Elvis». Entonces, Vernon Presley, el padre, respondió: «Elvis se encuentra observando su funeral desde el segundo piso de la mansión». Parece que Calamaro va a tener razón. ¡Uy, qué sospechoso!

Aunque lo que más hace sospechar fue lo sucedido dos horas después de que su muerte fuera anunciada. Un hombre llamado John Burrows compró un billete de avión para viajar a Buenos Aires; John Burrows fue el alias que empleaba Elvis Presley. Por si fuera poco, un día después de su muerte, una de sus ex novias recibió una rosa de parte de Lancelot; éste era el apodo que utilizaba con ella durante su relación y sólo lo conocían ellos dos. ¡Ay, qué pillín, este Elvis…!

Multitud de fans aseguran haberse cruzado con él en los lugares más inesperados del mundo según publicó la BBC: desde Estados Unidos (en una gasolinera en Montana, leyendo poesía en la Universidad Estatal de Pensilvania y de autostopista en Texas) hasta Europa (en un supermercado en Cambridge, en una pizzería en Southampton y en una oficina de Oslo), pasando por Australia, donde se le vio trabajando de camionero en Tasmania. A parte de la BBC, otra persona afirma haber visto al Rey del Rock en un restaurante del Rey de la Hamburguesa. Hasta puede que Presley sea tu vecino de enfrente y aún no te hayas dado cuenta.

¿Por qué fingió Elvis Presley su muerte? El Rey perdió 10 millones de dólares en un negocio inmobiliario con la organización La Fraternidad, un grupo relacionado con la Mafia. Se supone que Elvis ayudó al Gobierno a desmantelar al grupo a cambio de una nueva identidad a partir del programa de protección de testigos para así resguardar a su mujer y a su hija. También se rumorea que el 15 de agosto Presley había hecho un acuerdo con el presidente Nixon y la DEA (el Departamento Antidroga) para colaborar en una lucha contra estas sustancias. Al día siguiente, y dos horas antes de su “muerte”, un helicóptero de la DEA aterrizó en Graceland y rápidamente volvió a despegar. ¿Con Elvis Presley dentro?

Tras la “muerte” del artista, apareció en escena un cantante enmascarado, Jimmy Ellis, conocido como Orion (por cierto, murió en 1998) que ofrecía conciertos muy parecidos a los de Elvis. ¿Sería el auténtico Elvis Presley que, como cualquier superhéroe, pensaba que ocultando su rostro no se le reconocería? ¿O simplemente era uno de sus innumerables imitadores? La verdad, es que el parecido en la voz es evidente.



Todo el caso de la muerte de Elvis va mucho más allá. Otra teoría dice que la familia de un fanático apellidado Scott y enfermo de cáncer terminal recibió una importante cantidad de dinero a cambio de la suplantación de personalidad. Scott fue sometido a operaciones de cirugía estética y asumió la identidad de Elvis hasta que murió. De esta manera, el Rey podía continuar su vida de forma anónima. Un misterio digno de Iker Jiménez, ¿verdad? Hasta su programa le ha dedicado un espacio con una teoría todavía más rocambolesca; esta vez relacionada con Jesse Garon Presley, su hermano gemelo que murió al nacer.



En una última especulación, se supone que Elvis Presley falleció el 14 de mayo de 1993 por un coma diabético. ¿Al final qué pasa?, ¿está muerto?, ¿no está muerto?, ¿está de parranda? ¡Qué importa! El Rey del Rock’n’Roll es inmortal y vivirá eternamente gracias a su música.

Quizá en Memphis lo sepan todo, pero es gente muy discreta y no dicen nada. Será mejor así.

Nos veremos en el Lado Oscuro del Rock...